¡Por fin tenemos el libro que recoge el proyecto educativo de Parteluz!
Fue un compromiso del Treinta Aniversario. Hemos vivido tantas experiencias hermosas que había que dar a conocer qué somos y cómo planteamos nuestra actividad educativa a tantos que miran con pesimismo, incluso con profunda desconfianza, al mundo de los jóvenes. Los jóvenes de hoy, como los de hace treinta años saben responder si se les hace la propuesta adecuada. Es más: la mayoría desearían una experiencia así de hermosa y enriquecedora.
Con frecuencia decimos que los adolescentes y jóvenes se inician en Parteluz porque se lo pasan bien, pero se quedan porque en esta familia (con frecuencia nos definimos así) los adolescentes y jóvenes se encuentran bien. Y se encuentran bien porque nuestro trato es en verdad (nadie pretende lo que no es), nos ayuda a darnos valor personal, a desarrollar capacidades con frecuencia desconocidas, nos da la oportunidad de agrandar y mejorar el mundo de nuestras relaciones, nos aporta claves para entender el mundo en que vivimos. Y nada hay más hermoso para un joven que sentirse crecer en capacidades, conocimientos, relaciones e ir encontrando su encaje en el mundo que le ha tocado vivir.
Nuestro libro no es un libro de anécdotas, aunque las tenemos a cientos. Casi se podría decir que es un ensayo: reflexiona sobre cómo es la educación oficial que proponen los organismos internacionales, propone una antropología iluminadora y estimulante, presenta una definición clara de educación y los objetivos fundamentales de la adolescencia y la juventud, y, finalmente, se detiene en la forma de educar y en las actividades de Parteluz. Además, está redactado en un estilo conversacional y no le faltan ironías y chascarrillos que favorecen la lectura.
Es un libro muy recomendable para padres, educadores y profesores porque muestra cómo conjugar la pedagogía del humanismo clásico con las características sociológicas de los adolescentes y jóvenes de hoy. Es verdad que los jóvenes que participan de Parteluz no son multitudes (ojalá fuésemos capaces de ofertar nuestro proyecto a más), pero los jóvenes que se integran en la vida de Parteluz están muy lejos de esos otros jóvenes que, por falta de ofertas adecuadas, cada pocas semanas aparecen en los medios de comunicación por los problemas que dan o los líos en los que se meten.
No es un libro para leer a la carrera, sino para detenerse a pensar en lo que se expone o para visualizarlo en alguna actividad o para contrastarlo con la experiencia propia. Eso sí, es un libro para entender mejor nuestro mundo, sobre todo el de los jóvenes, para creer en ellos y saber cómo actuar. Un libro al que te apetecerá volver.