Saldremos el jueves 14, Jueves Santo, por la mañana en microbús en dirección oeste, pero no pararemos en Sasamón, pues nos dirigiremos directamente a Amaya, la pequeña villa que está al pie de la histórica peña de su mismo nombre. Su doble meseta con paredes verticales inaccesibles es impresionante. Realmente parece un castillo imposible de conquistar, pero sí tiene algunos portillos por los que nosotros accederemos a la cumbre y bajaremos. Una vez coronados los murallones calizos de la peña, al norte contemplaremos las montañas nevadas de Alto Campoo y su prolongación en el Sistema Cantábrico, y al sur, la Sierra de la Demanda.
Al mediodía, volveremos a Sasamón para ducharnos y comer en la residencia Santa María la Real, donde residiremos. Por la tarde, entraremos en la dinámica habitual de las convivencias con momentos para la charla distendida, para la reflexión personal y grupal, para las veladas y los momentos lúdicos, para las celebraciones religiosas, para cinefórum y visitas a lugares interesantes del entorno, para disfrutar de la amistad en los hermosos días de la primavera castellana y, ¿cómo no?, de la sabrosa comida que nos preparará Rosana y demás del equipo de cocina. Ya estamos esperando las riquísimas torrijas de todos los años.
El viernes nos acercaremos a Villamorón, pueblo que cuenta con un único habitante, pero atesora un templo de enormes dimensiones que es conocido como la catedral del páramo.
La tarde del viernes visitaremos el Museo de las Cuatro villas de Amaya, que tiene su sede en las naves que no utiliza el enorme templo de Sasamón. Allí conoceremos la rica historia de Sasamón y de los pueblos del occidente burgalés, historia que empieza con la resistencia a la conquista romana, continúa con la resistencia a los invasores musulmanes y casi termina con la resistencia a los franceses en la Guerra de la Independencia. Y, además, mucho arte, sobre todo de la época del gótico.
El sábado nos acompañarán algunas familias de los participantes y algunas más jóvenes, formadas por antiguos integrantes de Parteluz. Les invitaremos a que pasen con nosotros todo el día. Por la mañana, caminaremos a la ermita de la Virgen de los Dolores en Citores del Páramo. A medio camino, visitaremos la interesante casa museo de Salaguti con muchas de sus creaciones escultóricas.
Por la tarde, tendremos un encuentro con los padres para darles a conocer con más detenimiento los objetivos educativos de Parteluz. Mientras, los hijos disfrutarán de juegos diversos en el patio de la residencia o en alguna de las salas preparadas al efecto.
Cerraremos el día con la celebración de la vigilia pascual, una cena especial y una larga y festiva velada como merece el momento.
Como el domingo nos levantaremos tarde, la mañana será más corta. La dedicaremos a programar las convivencias del Primero de Mayo y, sobre todo, el campamento-travesía del verano.
Unos días para disfrutar y volver con ánimo renovado a las apreturas del final de curso.